jueves, 1 de noviembre de 2007

Compartiendo perspectivas 20




La felicidad
Todos queremos ser felices, para mí el que lo niega está mintiendo. Ser feliz es el deseo de todo hombre. Pero en este mundo donde todo es material y nos satisfacemos de cosas inútiles enteramente materiales nadie va a encontrar la felicidad, pero si capas encontramos una satisfacción obteniendo justamente estas cosas que poco llenan nuestra alma. Capas que si nos fijáramos en otras metas y no especular con la búsqueda propia de la felicidad que poco sabemos de la misma, podríamos vivir mejor y no estar enteramente interesados en esa búsqueda tan superficial que al fin y al cabo hace que seamos infelices o insatisfechos. Nosotros nos valemos de decir quiero tal y cual cosa y si la consigo voy a ser feliz, y al fin y al cabo y luego de obtener muchas de estas cosas nos damos cuenta que no somos felices y es más, no tenerlas nos trae trastornos innecesarios y muy alejados de lo que es la felicidad en sí.
Hoy en día muy pocos de nosotros disfrutamos plenamente algo, nunca nos saciamos sino que necesitamos todo lo que se nos presente y cuanto más abundante mejor, pero esto al fin y al cabo no llenan nuestras satisfacciones sino que alimentan la demanda de nuevas cosas logrando nunca estar conforme con nada.
San Agustín decía “buscar la felicidad es como recordar aquello que habíamos experimentado antes pero olvidamos”, es muy cierto ya que si no supiéramos cuanto bien nos haría o cuan tan preciada es no la estaríamos buscando constantemente. Se relaciona perfectamente con el pensamiento de Platón que decía que hay dos mundos (uno sensible y otro de las ideas) y en el que vivimos es meramente material y es una copia del mundo de las ideas, dice que las almas bajan del mundo de las ideas y toman, metafóricamente, agua del río del olvido y olvidan, justamente, lo que vivieron en este mundo, se relaciona con San Agustín ya que este dice que para desear y buscar algo con tanto entusiasmo tenemos que haberlo vivido y conocerlo, sino no sería de nuestro interés.
Creo que razón tienen ya que yo, personalmente, deseo ser feliz pero si no supiera que es la felicidad no lo desearía, por ejemplo: nosotros queremos tener cual o tal cosa simplemente porque hicieron bien a otras personas o, mal usado el termino, feliz. Si nosotros no supiéramos que esa cosa hizo bien a otros no la desearíamos. Creo que buscamos la felicidad y que, en realidad, ya la tuvimos pero que como estamos en este mundo tan material y que los intereses son tan superficiales nunca vamos a lograr ser felices.
Creo que la felicidad no la vamos a encontrar en estas cosas materiales sino buscando más allá, algo que no estamos acostumbrados ni, a mi parecer, deseamos hacer.
Pienso que si viviéramos la vida plenamente sin tener estas ambiciones tan vacías y que poco nos llenan, lograríamos ser de una vez por todas felices y vivir plenamente en cuerpo y alma.

Melisa Ramos.

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